PANDORGO 2018

Buenas tardes....

En primer lugar quisiera agradecer a nuestra alcaldesa Pilar Zamora, las palabras de ánimo y afecto que me profirió ayer mismo, en una conversación telefónica mantenida con ella, en la que me comunicaba su indisposición para poder estar hoy aquí con nosotros.

De todos es sabido que actualmente está pasando un por duro trance, que a veces hace imposible realizar la vida con normalidad.

Desde aquí le devuelvo todo ese afecto y toda la fuerza y le hago saber que aunque no esté, está.

Y como digo, buenas tardes Concejales, Hermandad de Pandorgos, Dulcineas y Damas, Pueblo de Ciudad Real, autoridades todas.

Con el permiso de todos ustedes procedo a leer estas líneas seguramente mal escritas y peor expresadas, pero que nacen de una pluma directamente del corazón de este manchego que suscribe, “culipardo” de cepa, que promete ser breve.

Cuando conozco la noticia de mi designación como aspirante al puesto que hoy recibo, se acumulan en mi una cantidad de sentimientos y emociones tal, que de innumerables son imposibles de escribir.

Me encuentro hoy ante vosotros, pueblo de Ciudad Real, mi pueblo, con la ilusión del que recibe, en este caso EL NOMBRAMIENTO con mayúsculas, EL NOMBRAMIENTO DE PANDORGO DE HOGAÑO. Nunca más honor, que luciré con orgullo donde quiera que vaya, siempre en nombre de mi ciudad y mi gente, porque así lo siento y así lo haré.

Durante este año que se avecina, espero estar a la altura de lo que Ciudad Real se merece, de poder transmitir al resto ese carácter tan nuestro, bonachón y afable cual Sancho, fuerte como el terruño y a la vez un loco ilusionado tal famoso hidalgo.

Mostrar al mundo nuestra cultura, nuestras raíces, nuestras costumbres, la belleza de la mujer manchega, el hombre atento y cabal, ensalzar a nuestra patrona “la morenita del prado”, nuestras fiestas y especialmente como no, nuestra PANDORGA, tan nuestra.

Hoy tomo el relevo de mis antecesores en su empeño, y haré todo lo que esté en mi mano para conseguir al fin ese reconocimiento nacional, tan merecido por justicia y esfuerzo, que seguro estoy, así será.

Al fin y al cabo todo esto es natural. Es solo ser y sentirte de aquí y así transmitirlo.

Hoy les doy las gracias a la Hermandad de Pandorgos por confiar en mi para desempeñar esta ardua tarea y a mi familia y amigos por su apoyo y comprensión.

Y ya sin más, con un nudo en la garganta, voceo, que no en voz alta,

¡VIVA CIUDAD REAL!

¡VIVA LA PANDORGA!

¡VIVA LA VIRGEN DEL PRADO!